El 16 de febrero de 1928 Rodolfo Lussnigg, empresario hostelero y hombre dedicado al negocio turístico en Almería, puso en marcha una campaña de promoción a través de la prensa en el que el objetivo era dar a conocer las virtudes y excelencias que ofrecían las costas y playas almerienses.
Para ello adjudicó una denominación que describiese perfectamente a ese lugar: “Costa del Sol”.
El astro rey era la baza principal para captar la visita de nuevos turistas que encontrasen en ese lugar el sitio idóneo para pasar unos días en cualquier época del año. El lema publicitario “Almería, la ciudad donde el sol pasa el invierno” comenzó a leerse en numerosas publicaciones de la época, aprovechando que era la capital europea con más horas de sol al año.
El primer medio que se hizo eco de la campaña de promoción almeriense fue el diario “La Crónica Meridional” que publicó un gran editorial en su portada. A partir de ahí otras publicaciones andaluzas, y posteriormente de toda la península, comenzaron a unirse a la campaña con el objetivo de captar a un gran número de visitantes extranjeros que llegarían a España para asistir a las dos grandes exposiciones internacionales que se celebrarían en nuestro país: la Exposición Iberoamericana de Sevilla, del 9 de mayo de 1929 al 21 de junio de 1930 y la Exposición Internacional de Barcelona, del 20 de mayo de 1929 al 15 de enero de 1930.
La idea fue todo un éxito y, gracias a la gran afluencia turística en la zona, no solo se dio a conocer la costa almeriense sino que se extendió hacia toda la costa mediterránea de la Andalucía Oriental, aplicándose la denominación “Costa del Sol” a toda la zona que vio su boom de expansión y afluencia turística a partir de los años 60.
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